Argelia debe encontrar alternativas adecuadas para hacer frente al estrés hídrico que se manifiesta en los últimos años por la escasez de lluvias, recomendó el profesor Brahim Mouhouche de la Escuela Superior de Agronomía de Argel (ENSA).
En declaraciones a la radio Chaine 3, el Sr. Mouhouche dijo que, además del agua de las presas, con más de 7.500 millones de metros cúbicos, y de la técnica de desalinización del agua de mar, que genera más de mil millones de metros cúbicos de agua potable al año, «Argelia debe recurrir a otros métodos de movilización de este bien precioso, como el uso de agua reciclada».
A este respecto, señaló que sólo se reutiliza entre el 5% y el 6% de esta agua reciclada, mientras que la media mundial se sitúa en torno al 50%.
«Más de mil millones de metros cúbicos de agua son arrojados a la naturaleza en Argelia», ha lamentado, estimando que el país podría reutilizar al menos 700 u 800 millones de metros cúbicos para regar además de los cultivos de campo, respetando las condiciones establecidas por el decreto de 2012 que fija la reutilización de las aguas residuales recicladas.
Además del riego de los cultivos de campo, incluidos los forrajes, los cereales y las legumbres, esta solución de agua reciclada también puede utilizarse en beneficio del sector industrial, sugirió.
Sin embargo, señaló que existe un verdadero problema para el encauzamiento de esta agua reciclada hacia las zonas de producción agrícola o incluso hacia las zonas industriales, ya que las plantas de tratamiento de agua no están conectadas a las zonas de producción.
Explicó que el tratamiento de las aguas residuales en Argelia se hizo inicialmente para la protección del medio ambiente y no para el reciclaje, lo que significa que estos recursos hidrícos depurados son desechados en la naturaleza. Para ello, insistió en la urgencia de crear redes para el traslado de las aguas usadas a los lugares de su reutilización.
En cuanto a las aguas subterráneas, especialmente en el Sur, consideradas entre los mayores acuíferos del mundo y cuyo potencial se estima en 50.000 billones de metros cúbicos de reserva, Mouhouche recordó que se trata de un recurso no renovable y estimó que su explotación no es fácil porque es muy profundo en algunas regiones.
Además, añadió, este recurso no puede considerarse agua potable debido a su contenido en sal (de 2,5 a 3 gramos por litro). No obstante, dijo que existe la posibilidad de crear empresas en el Sur para desmineralizar estas aguas salobres y transformarlas en agua prácticamente potable.
Fuente: Maghreb Emergent